REFLEXIONES SOBRE EL 10-N
Ayer fue una jornada muy
intensa, en la que desde muy temprano por la mañana además de votar, acompañé a
varios candidatos de Unidas Podemos a sus colegios electorales y junto a mis
compañeras y compañeros visitamos a lo largo de todo el día varios colegios
para apoyar y animar a nuestros apoderados.
Acerca de los resultados, en
lo que se refiere a Unidas Podemos, a pesar de que no son los que deseábamos,
saco algunas conclusiones positivas.
Primero, tras meses y meses
de ataques, intoxicaciones a través de todos los medios de comunicación correas
de transmisión de los poderes económicos, las cloacas del estado en guerra
abierta contra nosotros, el famoso “relato” de Sánchez, Lastra y Calvo
culpándonos de la repetición electoral y la operación de división perpetrada
por Errejón y su sucia camarilla, esta organización, aunque ha sufrido
desgaste, ha resistido el ataque brutal que se nos ha lanzado para hacernos
desaparecer, se mantiene firme, sólida y cohesionada, habiendo hecho una
campaña maravillosa y habiendo demostrado que tenemos un base social arraigada
y una militancia de la que sentirnos realmente orgullosos.
Ahora, si por fin salimos ya
de este eterno bucle electoral, tenemos por delante una tarea que no puede
esperar ni un minuto más: movilizar a la militancia, a los círculos, a toda esa
base social que se mantiene viva para CONVERTIR PODEMOS EN UN VERDADERO
PARTIDO, lograr verdadera implantación territorial, una organización bien
estructurada, a través de la cual toda la construcción de poder popular que
estamos desarrollando se traduzca en una mayor fuerza electoral.
Segundo, atención a este
dato: UNIDAS PODEMOS Y “MÁS PAIS” SUMAN JUNTOS 34.500 VOTOS MÁS QUE LA
ULTRADERECHA, PERO SIN EMBARGO, OBTIENEN 15 DIPUTADOS MENOS. ¿Explicación? Muy
sencilla: la división del voto entre las dos formaciones penaliza a las dos,
que cada una por su lado no suma los votos suficientes para conseguir escaño,
cosa que no sucede con el voto unificado en torno a los ultras. Con los datos en
la mano, de no haberse presentado “Más País”, Unidas Podemos habría logrado
entre 48 y 50 escaños, siendo claramente la tercera fuerza tras PSOE Y PP.
En serio, Abascal debería
llamar a Errejón e invitarle a una mariscada. Le ha hecho la mejor campaña
electoral posible, debilitar y fraccionar el voto de la izquierda para que Vox
duplique con mucho sus escaños.
En cuanto a los resultados
de “Más País”, tres escaños. Los que venían a ser “la solución” del desbloqueo,
la izquierda guay, los transversales y demás farfolla fabricada por los medios
de comunicación que lo encumbraron para tratar de hundir a Podemos, ahí tienen
el resultado de su jugada. Tres escaños. Cuando perpetraron esta misma
operación en Madrid, las consecuencias fueron poner a la derecha extrema en el
Ayuntamiento y en la Comunidad. Ahora, a nivel nacional, no se presentaban en
más de la mitad de las circunscripciones y en las que lo hacían, restaron votos
a Unidas Podemos dando en bandeja el escaño en disputa a la banda de los
cuñados verdes. Su propia gente, como Clara Serra, abandonó asqueada la
operación prácticamente nada más iniciarse la campaña en desacuerdo con los
tejemanejes que estaba viendo desde dentro y en el acto final de campaña, la
abuelita Carmena, la reina de la empanadilla, se puso poco menos que a pedir el
voto a Irene Montero. Y todo, para conseguir tres escaños, dos de ellos
prestados de Compromís.
Cualquier político decente
ante este fracaso, habría presentado la dimisión hoy y se habría marchado. Pero
esto se ha denunciado muchas veces, no olvidemos que “Más País” es una creación
de las cloacas del estado y su única función es dividir a la izquierda. Y no ya
un político, simplemente una persona con principios, una persona decente no se
habría prestado a este enjuague.
Finalmente, mucha gente esta
preocupada, asustada y descompuesta ante el crecimiento de la banda de los
cuñados verdes. Es comprensible, y sobre todo, es deprimente. Muestra hasta que
punto un mensaje o un grupo de mensajes demagógicos y de un populismo rancio y
maloliente puede calar en ciertos sectores de una sociedad cuando a esa
sociedad se le ha negado tener memoria histórica, cuando la cultura y el
conocimiento no son uno de los fundamentos básicos de esa sociedad y cuando la
conciencia social pierde impulso.
Pero tengamos presente que
ese crecimiento no está sustentado en unas bases sólidas ni mucho menos. La
subida de la ultraderecha es directamente proporcional al estrepitoso
descalabro de C´s, y resulta más que evidente el trasvase de votos de una formación
a otra, es decir, es un voto circunstancial, es la foto fija de un momento muy
determinado. Ya hemos explicado como por el mecanismo de la ley electoral su
crecimiento en escaños no se corresponde con su crecimiento en votos, y en
cualquier caso, no olvidemos que esa ultraderecha, esa derecha franquista
retrógrada y fanatizada nunca dejó de estar ahí. Vox es una escisión del
Partido Popular, que a nadie se le olvide, un Partido que no ha condenado el
franquismo, entre otras muchas cosas. Lo que no deja de ser significativo que
determinados medios de comunicación hayan blanqueado y normalizado un discurso
de odio, de racismo y de homofobia que en muchos países verdaderamente
democráticos sería impensable que encontrase difusión, a través de programas de
televisión como “El Hormiguero” de Pablo Motos.
Sobre todo, no hay que
tenerles absolutamente ningún miedo. Eso es lo que les hace fuertes. En
esencia, son muy mediocres. Mediocres, cobardes y acomplejados. Cuando se les
hace frente con la fuerza de la razón, del conocimiento, cuando notan que no se
les tiene miedo, reculan.
La ultraderecha solo se
nutre de una cosa: la ignorancia. La ignorancia en la que siempre encuentra
acomodo el miedo y el odio, las armas de las que se vale la barbarie para
imponer su poder. En una sociedad culta, en una sociedad que lee, que crea, que
ve buen cine, buen teatro, que se forma, que se enriquece culturalmente, se
modifica la sensibilidad y ni el odio ni el miedo encuentran ese hábitat
natural donde se genera el discurso del fascismo. Por tanto, la difusión de la cultura y la
implementación de políticas culturales bien estructuradas es una necesidad
imperiosa para evitar que unos Abascal, Monasterio u Ortega-Smith cualquiera
lleguen a crecer de verdad. Esto es algo que yo impulsaré siempre dentro de
Podemos, y por tanto, seguiré haciendo todo lo posible para que la política
cultural sea una prioridad en nuestros programas y en nuestra acción política
diaria.
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